El crowdfunding son los padres

A estas alturas es cuando hablar de lo importante y novedoso que es Internet para cualquier negocio o proyecto es ya exactamente igual que cuando se inaugura una autopista de 5 carriles tarde y ya se atasca el primer día. Sobra gente y te va a costar sangre y sudor mover lo que sea que quieras mover.

Y vale, que sí, que la cosa está muy  mal… pero vamos… No se está inventando nada, sólo reduciendo intermediarios. Sí, esos mismos que se están foll… digo echando a la mitad o tres cuartas partes de sus trabajadores. Que si ya uno puede distribuir casi directamente sus obras, está claro que también puede intentar el famoso “adelanto de distribución”. Y eso es exactamente lo que puede y creo yo que debería ser principalmente el crowdfunding.

De hecho mi primera experiencia fue con el grupo Marillion, cuando allá por el año 2000, hartitos los pobres de que los de la EMI pasaran de sus progres culos, salieron con la idea de pedir a los miles de fans que tienen por el mundo que soltáramos una cantidad un poco más grande que la que costaría el simple cd por adelantado. Así de pudieron pagar el disco “Anoraknophobia” y ahí está mi nombre en el bonito listado de agradecimientos. Fue toda una idea para pedir su “adelanto de distribución”. O sea, cambiar simplemente el orden natural de las cosas y cobrar por un producto que no está hecho para poder pagar su producción.

Intenté explicárselo el otro día a los de Verkami cuando me decían que las “recompensas” que les proponía en mi proyecto SUMMERTIME eran poco interesantes. A ver, señores… que esto es una película, no un parque temático. Que ofrezco copias en dvd de la peli, copias de la peli anterior (por aquello de que todavía hay que pagarla) y créditos muy bonitos en la peli. Que ya de primeras elegir ese nombrecito para determinar lo que consigue uno por cada cantidad invertida es… un poquito así como más de feria que de mercado. Recompensas. Como si estuvieras debiendo la vida al que apuesta por tu trabajo. Vale, que sí, que gracias… pero tampoco nos pasemos.

Y no digo yo que las tómbolas no estén divertidas, pero si uno se pone a organizar fiestas, pases, camisetas, chapas, ediciones variadas de la peli, el disco, los muñecos, las batamantas… pues como que se gasta lo que saque del crowdfunding en “merchandiflin” absurdo y no se cumple lo que digo yo que tendría que ser esto: PRE-VENTAS. No voy a poner ejemplos, que queda mal.

Con este invento del crowdfunding estamos ofreciendo a la gente que se anime a pagar antes de que el producto esté disponible. Eso ya sabemos todos que es un riesgo y que es mucho pedir. Pero no se… digo yo que con saber que con su aportación se ha conseguido que el equipo no muera de hambre en el rodaje y que se puedan fabricar los dvds cuando se termine el montaje… y que de paso sales ahí todo chulo en los títulos de crédito debería valer, ¿verdad?

No se yo. De verdad que, salvo en algún caso raro, desconfío de que la gente de pronto se anime a poner pasta en un futuro incierto, cuando ahora mismo no tiene (o más bien no suelta) ni por una peli que ya está en una cajita de plástico o en un servidor de pago. De verdad que estoy todavía convencido de que esto del crowdfunding no deja de ser en el fondo una forma tope moderna del sableo clásico de toda la vida. O sea, que queda más elegante pasarle a tu tío un link de Verkami que tu número de cuenta… vale…. Pero al final, ¿Va a poner pasta gente que ni te conozca ni sea de las familias implicadas? Eso está por ver. Me encantaría equivocarme.

Ahí tenéis el proyecto nuevo: una comedia surreal muy loca con dos chicas en bikini encerradas en una casa con piscina. Así como que no se a vosotros, pero a mi me dan ganas de verla ya. Se rueda a velocidad de espasmo a finales de julio, sin esperar al famoso maná del crowdfunding, porque eso es de cobardes.

A lo loco, como debe ser. Alba Messa, Ana Rujas… Guión de Pablo Vázquez y Ricardo López Toledo, dirección de arte (sin presupuesto) del gran Ion Arretxe, foto de Roland de Middle… Un pequeño equipo de dementes dispuestos, una vez más, a hacer historia.

Los de Bankia regalaban toallas de Spiderman… pero eso ya es jugar en otra liga… Seamos más sencillos y sobre todo: más decentes.

Y si todavía crees en las hadas... pincha este link y colabora con la causa.